Hoy mi prima carnal más joven hace su primera comunión.
Si un vínculo emocional profundo, una intensa complicidad o sencillamente "algo" más allá de estos rollos de consanguineidad que a mi madre tanto le gusta enaltecer (y respecto a los que, dicho sea de paso, tanto me gusta a mí llevarle la contraria) me uniera a ella, probablemente me haría más ilusión esta parafernalia. Pero no es así. Y su, desde mi punto de vista, prematurísimo pavo no ayuda mucho en esta cuestión (aprovechando la tesitura, rezaré hoy para que se le pase igual de prematuramente...).
Debe ser el día de todos modos, porque ni siquiera la perspectiva de ver a la familia más cercana (en trato y cariño, porque en distancia...) me anima demasiado...
Me parece que mejor llevaré yo el coche. De lo contrario será inevitable que me dé por beber en la comida.
En fin, espero que este día le haga más ilusión a ella que a mí, porque si no mal vamos.
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Por fin de vuelta en casa... Y con un dolor de cabeza de recuerdo.Reconozco que no ha sido tan terrible después de todo (a pesar de la horrible selección de música). Ni siquiera he necesitado más de una copa de vino para aguantar el tirón...
3 comentarios:
Alguien debería enseñarle a esa niña, antes de que sea tarde (la confirmación) que la única iglesia que ilumina; es aquella que arde.
La verdad es que me ha sentado un poco mal esta ultima entrada. Ya se sabe como son este tipo de eventos..pero en fin, yo sí me alegré de verte.
un beso
¡Espero que fuera leve! Yo tuve mi ración de farsa el sábado pasado... en este caso, una boda (también por la iglesia, pero astutamente me salté la misa)
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